Desde mi perspectiva considero que la administración es un conjunto de letras y números en donde el abecedario y la numeración están presentes, es decir no concibo el número 1 antes del número 2, y la letra A antes de la letra B, o al menos esto es lo que a mi me han enseñado en la escuela, lo cierto es que se puede repasar todo el abecedario sin considerar siquiera el orden existente entre cada uno de estos conjuntos, es decir con los números se pueden construir un conjunto de cifras, y con el abecedario un conjunto de palabras y estas no presentarán necesariamente un orden dentro de su formación, estas, podrán ser entendidas siempre y cuando estén dirigidas a quien las sepa leer y entender, a partir de aquí, el orden y la planeación de dichas cifras y palabras, son expuestas con un fin específico, sin en cambio, la naturaleza se asemeja a esta complejidad, pues no presenta un orden que pueda ser explicado o entendido, en su totalidad por ciertos individuos, aquellos
que sí entiendan la planeación de la naturaleza, es porque se han detenido a observar, y saben que tiempo le lleva a la luna y al sol esconderse y aparecer de nuevo en un ciclo específico, saben, en qué temporada se aparecen ciertas estrellas en el firmamento haciendo ciclos de meses y años, y de la misma manera entienden que las lluvias se presentan en ciertas etapas del año, teniendo que planificar sus cosechas y recolectar su alimento.
La manera de poder entender cómo es que la planificación se a manifestado desde hace siglos, en el desarrollo y evolución, es que una precedió a la otra y nuevamente la naturaleza lleva la delantera, los ciclos de crecimiento entre los organismos biológicos, marcan las etapas para poder cosechar y aprovecharlos, siendo entonces el tiempo, la principal herramienta de planificación, el tiempo marca la magnitud física midiendo la duración o separación de acontecimientos o sucesos permitiendo obtener una secuencia en la que se puede establecer en todas las actividades que los individuos nos desenvolvemos una perspectiva entre el pasado y el futuro generando un tercer parámetro de medición entre uno y otro, considerando a esté como el momento presente en la que dichas actividades se realizarán, el tiempo
entonces, puede ser modificado según nuestros intereses y preferencias, trazando una línea en la que podremos dilucidar cualquier diferencia o incongruencia que pudiera existir en nuestro desconocimiento de las actividades en las que nos desarrollamos, es decir, identificar qué actividades podemos prever para que estas puedan ser ejecutadas, según la experiencia que hayamos alcanzado, es decir, sabemos que de la letra a sigue la letra z pero si queremos componer o construir una palabra es necesario que dentro de nuestras experiencias se encuentren, localizadas el total de letras por las que está construido el abecedario, que letras son las que tienen tal o cual sonido, e ir formando las palabras correctas. En el caso de los números, es un poco más simple pero de igual manera
tendremos que conocer las operaciones que nos ayudan a identificar el porqué uno y uno forman el número dos, teniendo que aplicar según nuestras experiencias las diferentes operaciones existentes para poder formar diferentes cifras y aplicarlas en nuestras actividades. Y así, las letras y los números son símbolos que representan algo material y también forman parte de nuestras experiencias conocer estos y poderlos aplicar en nuestras actividades, estableciendo parámetros que nos permitan planificar el desarrollo y crecimiento de nuestras actividades.
Conociendo esto y aplicando una planeación correcta podremos llegar a identificar ciertos fenómenos que se presentan tanto en la naturaleza como en nuestro crecimiento personal, es decir observar el crecimiento y desarrollo de la naturaleza nos ayudará a realmente a aprovechar todos sus beneficios que ella nos proporcionan de lo contrario es poder conocer los símbolos y entenderlos en cualquier parte en donde ellos aparezcan pero si desconozco los ciclos biológicos de la naturaleza, lo único que estaré haciendo es destruirla, será como intentar que un niño nazca a la semana de haberlo procreado entonces, haciendo una planeación y conociendo el tiempo en que un bebe nace, podremos construir todo lo necesario para que el crezca en un ambiente diferente después de su nacimiento, de lo contrario, si su procreación no es planificada, acarreará muchas dificultades tanto para los padres como para la sociedad a la cual se integrará y para el mismo, pues no nacerá en un ambiente correcto, la planeación nos ayuda a identificar una serie de dificultades antes de que estas se presenten previendo el pasado y el futuro en esa línea de tiempo no queriendo
decir con esto, que aun después de la planificación existan factores de crisis porque aun sabiendo que un bebé nace en nueve meses, el bebé crece en el interior de su madre enfrentándose a cambios en el exterior que él no tiene previstos, y aunque la mama si, pueden presentarse complicaciones, pero estas, serán mínimas con respecto a lo no planeado.
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