LA ADMINISTRACIÓN DE LA MODERNIDAD

Hoy día los espacios se entienden como líneas que delimitan fronteras y parece que es  imposible que estos desaparezcan pues estos, son necesarios tanto para la organización de las masas como para el control político de los países, si esto no fuera así, entonces de qué otra manera podemos entender su existencia, si los individuos realmente somos libres de pensamiento obra y palabra, o al menos, ese es el sentir de las personas con las que convivo a mi alrededor diariamente, lo cierto es, que la libertad así como el derecho a la vida, son ideales que se han perseguido a lo largo de la historia, permitiéndonos permanecer en constante movimiento, para alcanzar estos ideales, en la actualidad, podríamos decir que gozamos del derecho a vivir pero esto, en algunos países aún no es del todo cierto, pues aún hoy, existen grupos que siguen pugnando por mantener sus ideales y hacerlos valer acosta de la misma vida de los individuos, pareciera ser, que algunos de nosotros, tenemos más valor que otros, y aunque en realidad no entiendo porque esto es así, las expresiones de libertad y el derecho a la vida se perciben a lo largo y ancho del mundo.

En la mayoría de los países, el racismo aun existe y es que los individuos nos negamos a trascender, nos negamos a alcanzar ese desarrollo como el principal elemento de evolución, exigimos nuestro derecho a vivir pero las oportunidades se nos restringen y limitan y es que el racismo se presenta entre las razas indígenas hasta las razas de color, pasando por los individuos con menor capacidad de aprendizaje, e infinidad de características más, esta, es solo una de las manifestaciones que enlazan los derechos de los individuos con las expresiones modernas, separando ideas, de ideologías, pues de alguna manera, el interno tiene que ser manifestado y exige su derecho a la vida, a la trascendencia 

para expresarlo hacia lo externo, esto, a sido prioridad para algunas administraciones gubernamentales, quienes han buscado que los individuos nos veamos reflejados en dichas expresiones, es decir, nuestro interior se tiene que reflejar en el exterior, utilizando las formas, los materiales y las técnicas necesarias para que esto pueda ser verdad, de igual manera la utilización de todo aquello que se manifiesta y así, como existen regiones con limites, también existen grupos sociales que se expresan de una manera abierta o cerrada, entendiendo que las limitaciones son las fronteras del desarrollo, separando a las sociedades en grupos, donde las expresiones son parte de la comunicación que existe entre ellas, si son abiertas por ejemplo sirven para exponer el poderío, su capacidad de desarrollo y su economía, si son cerradas dejan claro que el subdesarrollo existe y que la trascendencia aun no es alcanzada, ocultando las carencias y dejando espacio para el racismo, cerrando los ojos a la evolucion existente al rededor de las regiones.

Es entonces que quien tiene la capacidad, podrá manifestar su desarrollo de manera externa o abierta expresando esta, hacia  otras latitudes, saliendo de sus territorios, por medio de sus sociedades o grupos, ya que estos, conocen ese desarrollo y podrán adquirir estas expresiones en aquellas latitudes para manifestar su poderío y riqueza, originando las disputas al observar desigualdad, de ahí la necesidad de que ciertas sociedades mantengan entonces algunas de sus expresiones cerradas y en el interior, evitando que causen inquietud en la población, no queriendo decir con esto, que las expresiones no puedan ser adquiridas por la población en general, de ahí, que los gobiernos impulsen las manifestaciones abiertas y externas dentro de sus propios territorios para que los individuos las conozcan, utilizándolo como un método para  hacer llegar a la población el crecimiento y desarrollo el cual existe en otras regiones, tratando de que la población encuentre en estas expresiones una motivación, un aliciente para el desarrollo, sin pensar si quiera si realmente esta capacitada para alcanzar aquel desarrollo que trae consigo la modernidad.

Desafortunadamente la sensibilidad de la población aún se encuentra muy arraigada y pareciera que cualquier tipo de expresión que manifieste un estatus o una mayor calidad de vida puede ser considerada como deslealtad a las raíces, a su modus vivendi, pero no es otra cosa que la misma incapacidad, para poder entender el proceso evolutivo de aquellos que perciben esta modernidad con un mayor interés y que además, saben que pueden explotar y alcanzar, entendiendo también, que siempre existirá confusión entre el estatus y las carencias, generando problemas de inseguridad, rebeldía, pero sobre todo confusión, pues por un lado la elite existe y por otro, las carencias también, dividiendo a la población y entonces, habrá quienes apoyen el desarrollo y progreso y habrá quienes estén a favor de las carencias y el subdesarrollo, originando grupos de poder, poder que es mal entendido, pero sobre todo, mal aplicado, generando el racismo y la desigualdad cultural.