En esta ocasión continuaremos platicando sobre un tema que no es del todo desconocido y además fundamental para nuestras actividades cotidianas, sobre todo cuando de lo que se trata, es que vivamos en comunión con nuestro medio ambiente, haciendo que nuestros espacios, lleguen a ser realmente sustentables, aquí, el uso y consumo de la luz en la actualidad, es de vital necesidad, el inconveniente se presenta en su manera de producirla ya que esto se hace por medio de la explotación de ciertos recursos naturales como el carbón o el gas que es extraído de las entrañas de la tierra y quemado para producir energía, estos, además de ser contaminantes comienzan a escasear e incrementar su valor al rededor del mundo, con ello todos los productos que se ven afectados en la cadena productiva, con perjuicios no solo medioambientales sino también económicos, que a la postre, recaen en los bolsillos de los individuos, es entonces, que la producción de luz y su consumo, tiene que valorarse principalmente desde su uso y consumo para posteriormente enfocarse en su producción. Hoy en día, se hacen estudios sobre el movimiento del sol en las regiones donde el clima es mas favorable para producir energía solar, de igual manera, la localización de los vientos predominantes, ayudan a esta producción así como el movimiento del agua en ciertas áreas en nuestros océanos, pero, esto es un tema demasiado complejo para abordarlo de una manera simple, en esta ocasión, solo nos enfocaremos en el consumo de luz.
Para entender esto, necesite entender que el movimiento es una manera de generar energía y como comentábamos anteriormente, la luz se produce por medio del movimiento de electrones y los protones dentro de un conducto, este movimiento, nos proporciona la luz eléctrica que conocemos y que puede ser medida y conducida a través de estos conductos los cuales son considerados como biológicos, por el movimiento que se genera dentro de ellos, este movimiento, puede ser medido, dependiendo de la energía que es consumida y proyectada en el espacio por medio de la luz a esta energía la conocemos como watt, volt o lumen, ya que por medio de la energía que es consumida, podemos encontrar un sus variaciones tanto de consumo como de uso, este nivel de iluminación es exacto dentro del espacio y a demás generado por estos conductos, distinguiendo la cantidad de luz que es necesaria para crear la luminosidad optima en dicho espacio, logrando diseñar ambientes con color y luz a semejanza de lo que hace la naturaleza, hasta aquí, nuestro tema técnico queda resuelto, pero de lo que se trata, es de entender como podemos iluminar nuestros espacios, primeramente, evitando en lo posible el consumo excesivo de energía artificial y por otro, hacer que nuestros consumos sean sustentables, aquí, la música y la danza, resultan primordiales para tratar de entender el consumo de la misma, pues en estas dos artes, es donde podemos percibir el movimiento, por un lado, las notas musicales, generan un movimiento que es percibido en el ritmo que se crea con el sonido de los diferentes instrumentos por los cuales esta conformada una melodía, con esta los individuos nos hacemos participes de su armonía y si, a esta, le adicionamos un foco principal de atención, nos seria mas fácil entender el movimiento que se crea con la música, es entonces que con el movimiento de la danza se
desprende la energía de los individuos y cobra fuerza la luz, esta, se utiliza en el escenario, al proyectar un foco sobre el danzante en movimiento, ya que este se mueve al compás de las notas musicales, al rededor, a través, a lo largo y ancho del espacio, y el foco se mueve conforme el objeto se va moviendo dando forma y dimensionando el escenario, con esto, detectamos un principio básico de la forma, compuesta por el hacer y lo hecho, que en su conjunto integran el movimiento en un esquema complejo y estos dos elementos, por un lado la música y su movimiento y por otro la danza y el suyo, hacen posible la representación, para que la luz se haga e ilumine en armonía y en conjunción tanto al danzante, como a la música, creando formas que llenan el espacio y que se trasmite al observador quien la percibe. Con esto se puede generar un mayor impacto, utilizando la refracción y la proyección en los danzantes, si estos son iluminados, permitiendo construir un esquema junto con la música generando un efecto completo entre espacio forma y energía, llegando a los individuos con un objetivo especifico. Dichos efectos construyen un tema principal e integra cada elemento, enfocado por medio de su propio movimiento y sonido obteniendo un resultado determinado;
pues de lo que se trata, es de llenar el espacio en su totalidad de luz, utilizando todas sus características de las cuales habíamos platicado con anterioridad y como en el pasado, utilizarla, para que esta se perciba, tanto en el día como en la noche, ya sea con reflejos y con proyecciones aprovechando el movimiento del sol, para insertarlo en el interior, generando energía. Con este conocimiento podremos entonces utilizar diferentes herramientas técnicas para dividir, difuminar o expandir los reflejos y las proyecciones dentro del espacio, logrando otros efectos lumínicos ya sea reduciendo o limitando el paso de esta por medio de reductores o parapetos, haciendo que ahora, sea la luz la que se mueva y no el objeto, y así aprovechar la luz natural en ciertos momentos del día; logrando efectos en los objetos inmóviles con ese exceso de luz, utilizado solo en algunos meses del año y proporcionando un enfoque especifico, creando el esquema deseado. Todo esto puede sonar muy complejo para poder ser utilizado comúnmente, pero las ciencias han creado ciertas técnicas independientes, a las cuales podemos recurrir si deseamos crear un esquema y generar un medioambiente especifico, con ritmo y cadencia, ya sea, que el danzante este en movimiento o estático, generando esa importancia como sustancia de vida, haciendo que el tiempo y el cambio, dimensionen ya no solo el espacio, sino al individuo y su vida, sensibilizando y percibiendo el paso del tiempo, considerando el cambio y la sustentabilidad que se genera con su movimiento.
Con esto puedo considerar que el espacio tiene una gran importancia de ahí la necesidad de integrar a las formas para lograr dimensionar sus efectos, dando prioridad a su movimiento, a la luz y al objeto, como un esquema total creador de energía, dándonos un sin fin de posibilidades para crear ambientes complejos, siempre y cuando seamos capaces de utilizar las herramientas existentes como elementos dentro del espacio, siendo algunas de estas: la dirección, la velocidad y el tipo o clase de luz a utilizar, esenciales en la creación dicho ambiente, teniendo la posibilidad de considerar al sol por ejemplo, como elemento lumínico y actor principal del medio ambiente natural, él, se introduce en nuestro esquema de movimiento por un lado y refleja o proyecta, su luz en la misma dirección de su movimiento en progresión con su brillo, contraste y color. Por otro lado, utilizamos su movimiento de manera regular o en oposición, es decir, su luz se refleja en las
formas como en un espejo, en ciertas horas del día y se proyecta sobre él, reflejando su intensidad hacia el entorno circundante, entendiendo que la obscuridad se hace presente por la noche y entonces se requiere iluminar de alguna manera, teniendo que recurrir a la luz artificial como oposición de su movimiento, manifestando el paso del tiempo, medido en horas, días y meses, dimensionando el tiempo dentro del espacio o ambiente creado, encontrando alguna dirección en los mismos reflejos y proyecciones con su recorrido y distinguiendo su velocidad en las sombras o la intensidad con de brillo. El sol solo tiene un ciclo de 24 horas y tendremos que tomar en cuenta este tiempo si queremos generar un ambiente especifico, aprovechando la luz de la mejor manera posible, haciendo, que el espacio se ilumine o se opaque en determinadas horas del día, exagerando el movimiento, creando la danza con sus movimientos.
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