LA ADMINISTRACIÓN COMO DISEÑO DEL INDIVIDUO DENTRO DE LA SOCIEDAD

A lo largo de nuestra vida hemos pasado por diferentes circunstancias que nos permiten diferenciar el interior del exterior y además, integrar estas dos características  al mismo tiempo, pero solo el paso de los años, es el que se encarga de que esto pueda ser posible, pues considero, que a partir de nuestro nacimiento somos seres dependientes y no es sino hasta nuestra adolescencia en donde sentimos la capacidad de independencia, pues nuestras necesidades cambian y las dependencias de alimento y seguridad que eran satisfechas por nuestra dependencia, son modificadas por nuestros instintos, estos, nos llevan a buscar aquello que no fue satisfecho en su debido momento, permitiendo que nos desapegue a aquellas dependencias externas y busquemos las

dependencias internas, es decir salgamos a buscar aquello que nos agrada y nos de una satisfacción interior, sin pensar siquiera, en aquellas dependencias externas que nos sostuvieron hasta la adolescencia. Al buscar nuestra independencia desaparecen y nos convierten en seres independientes capaces de producir todo aquello que nuestro interior nos demanda, pero sin pensar siquiera que a partir de aquí tendremos que considerar la interdependencia como integración de nuestro propio ser.

Las dependencias a las que me refiero no son más que el cuidado de nuestros padres o familiares en nuestra niñez, ellos, trataron de proporcionarnos las facilidades para nuestra supervivencia, ellos, eran los que formaban parte de un grupo al que le podemos llamar familia y que sin lugar a dudas el grupo tenía ciertas jerarquías que empezaban por nuestros padres pasando por nuestros hermanos y posteriormente a nuestros tíos o abuelos, las jerarquías se formaban dependiendo de la experiencia y desde mi punto de vista los abuelos eran los más capacitados para mantener el orden pero sobre todo la supervivencia de los integrantes de dicho grupo, a partir de aquí, la organización se va conformando pues cada integrante tiene su rol dentro del grupo, y cada integrante se le va formando para asignarle una mayor responsabilidad, es así como los individuos que tuvimos la suerte de pertenecer a uno de estos grupos, podemos reconocer ciertas señales o símbolos que nos permiten

pertenecer, y no importa lo que pase las señales seguirán estando presentes a lo largo de los años, en algunos grupos, estas señales serán consideradas como religiosas, otras como espirituales, unas más como símbolos de batalla y lucha, pero no importa a cual grupo pertenezcamos, algunos de nosotros seremos capaces de reconocerlas, ya sea porque fueron impuestas desde nuestra niñez, o fueron una búsqueda que demandaba nuestros instinto.

Los instintos son las manifestaciones de nuestra conducta genética y esta, la tenemos implantada como seres vivos pertenecientes a una misma especie además nos permiten responder a una serie de estímulos naturales, provocando que nos movamos o sintamos algo sin que esto sea realmente consciente o que nuestra razón se vea involucrada, es un impulso del interior que nos permite reaccionar a aquello que proviene del exterior, cambiando nuestra vida y sentimientos. Es entonces donde la influencia de nuestros seres más allegados se hace presente para bien o para mal, permitiéndonos actuar de una manera o de otra, reconociendo aquellas señales o símbolos como guía de nuestro actuar y permitiendo que formemos parte el uno del otro dependiendo de nuestros requerimientos materiales o sentimentales, haciendo y capacitándonos para nuestro propio desarrollo y el

desarrollo de aquellos que nos podrán rodear formando una nueva familia, un nuevo grupo y una nueva sociedad. con jerarquías que si sabemos y podemos distinguir, nos permitirán un crecimiento interno en beneficio propio y de nuestra comunidad de lo contrario nos alejará del desarrollo estancándonos en un subdesarrollo infinito sin evolución.